En la vida, todos podemos tener momentos en los que nos sentimos inadecuados, indefensos, angustiados o comportados de maneras que no entendemos y que nos resultan perturbadores. Ir a un psicólogo o psicoterapeuta, sin embargo, es una decisión tomada a menudo de mala gana, casi avergonzado, pero buscar ayuda psicológica no es tan diferente de tratar con una persona responsable de temas como un fallo de la máquina o renovación de un apartamento .
Comprender que el automóvil necesita la mecánica es a veces bastante simple: si el automóvil no arranca, hace ruidos inesperados o no tiene una marcha suave, es fácil pensar que se necesita un mecánico. ¿Pero cómo entender que es aconsejable pedirle ayuda a un psicólogo o un psicoterapeuta? ¿Cuáles son los problemas importantes para ir al psicólogo?
¿Por qué ir a un psicólogo o psicoterapeuta?
En términos generales, se debe buscar la ayuda de un psicólogo cuando atraviesa un período de sufrimiento psicológico que con el tiempo no pasa o tal vez empeora tanto como para crear limitaciones, bloqueos reales, en la vida cotidiana, en el trabajo, con miembros de la familia o amigos
Es aconsejable acudir al psicólogo cuando:
1.tu incomodidad interfiere con las cosas que debes hacer, por ejemplo, te esfuerzas por concentrarte y en el trabajo cometes errores que antes no cometías;1
2. los problemas no fueron resueltos, incluso si le pediste ayuda a familiares y amigos;
3. consultar al doctor u otros especialistas no cambió nada;
4.te sientes particularmente preocupado o muy triste;
5.tienes comportamientos, reacciones o pensamientos que no puede controlar y que ni siquiera se explica a sí mismo;
6.evitas las situaciones que no crearon ninguna incomodidad antes, como tomar un avión o salir a cenar;
7.te sientes tenso y a menudo tienes dificultad para dormir, taquicardia y mareos;
8.para ser mejor, usa alcohol u otras drogas;
9.Eres tan malo como para pensar en el suicidio.
Algunas personas deciden ir al psicólogo o a un psicoterapeuta porque sienten que con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo han estado deprimidos o ansiosos o porque siempre están enojados. Otros necesitan apoyo para lidiar con una enfermedad crónica que ahora los ha vaciado de energía. Aún otros están en problemas debido a una separación, un divorcio o un duelo. O no pueden evitar golpear a sus seres queridos o, de lo contrario, no pueden alejarse de aquellos que los maltratan y humillan día tras día. O tienen mucho de ese miedo, vergüenza y vergüenza de ser criticados por otros o de no ser iguales al hecho de que se quedan solos en casa.
En todos estos casos, acudir al psicólogo y pedir ayuda puede permitirnos hacer un balance de la situación para ponerlo en orden.
A veces, incluso algunas reuniones pueden ayudar, mientras que otras situaciones requieren un camino de psicoterapia.
En comparación con ir al psicólogo, las películas y las series de televisión lamentablemente ofrecen descripciones de las especificaciones, por lo que el psicólogo-psicoterapeuta resuelve los problemas casi por arte de magia en un cuarto de hora o obliga al paciente a una década de tratamiento.
La verdad está en el medio y, si por un lado es imposible que un único encuentro sea decisivo, por otro lado no es necesario que la psicoterapia sea interminable: en promedio, una psicoterapia dura más de un año pero no es infinita.
El punto es que lleva tiempo entender el problema que causa tanto sufrimiento y compromete la calidad de vida, identificar su significado y cambiar la forma de reaccionar a las situaciones y manejar las tensiones, la infelicidad y las inseguridades.
Lleva tiempo porque, aunque es un profesional debidamente capacitado que utiliza métodos y técnicas que la investigación científica ha demostrado ser eficaz, el psicoterapeuta no posee ninguna verdad que, revelada al paciente, pueda curarlo milagrosamente. El punto es que no hay buenas verdades para todos, no hay atajos.
Aprovechar bien los recursos que tienes, encontrar nuevos equilibrios para satisfacer tus necesidades, en resumen, ser mejor es un objetivo que se puede alcanzar en dos. Es un objetivo que se basa en la competencia del psicoterapeuta, así como en la personalidad de quienes recurren al psicoterapeuta, sus modalidades de elaboración, su motivación para cambiar, para abandonar formas de pensar, de experimentar y comportarse que no son adecuadas.
Con respecto a todo esto, el psicoterapeuta ayuda al paciente a ayudarse a sí mismo. Es como un jardinero que limpia el suelo de las malas hierbas y proporciona agua, luz y alimento a la planta: si la planta crece, dependerá de la atención brindada y la forma en que la planta reacciona.
Y aquí termina la analogía con ir a la mecánica propuesta al principio, porque el psicoterapeuta, a diferencia de la mecánica, no funciona simplemente identificando la falla y reparando el motor. La psicoterapia no es solo la aplicación de una técnica, sino también, y sobre todo, una relación empática entre los seres humanos.
Me ha encantado el tema de hoy,desde que tomé la decisión junto a mi pareja de ir psicólogo me siento mejor conmigo misma y sobre todo me siento muy orgullosa por mi pareja,puesto que el lo necesitaba y creo que no era consciente,vamos a por la tercera terapia y cada vez que voy me gusta mas,por como podemos expresar nuestras emociones,por la manera tan especial de aprender cosas tan difíciles como la manera de comunicarnos,quiero agradecer a nuestro pedazo de psicólogo Carlos que es todo un profesional y una bella persona por ayudar a poder ser un poco mejores,ir al psicólogo vale la pena y todos deberíamos hacerlo,un saludo!!
Me siento muy agradecido por tus palabras. Pero te recuerdo que el trabajo y méritos son vuestros.
Un abrazo